Muchas situaciones didácticas suponen el manejo de fichas o elementos móviles sobre un escenario –gráfico o material-.
La variedad de fichas y movimientos obliga desde un primer momento a mantener la atención y trazar con la imaginación todo un enjambre de líneas.
Si la actividad está planteada como un desafío o juego entre dos jugadores –uno de ellos puede ser un dispositivo digital-, bien pronto, el jugador se apercibe de que no es suficiente mover sus piezas con soltura, sino que es imprescindible prever los movimientos que podría realizar el contrario, según cuál fuera el suyo. Y a prever después cuál podría ser la respuesta a cada uno de esos hipotéticos movimientos del contrario. …Y así, hasta que la capacidad mental lo permita.
Urdir estrategias de defensa y ataque. Tomar decisiones. Valorar los elementos de juego o trabajo de que dispones. Aprender a perder. Aprender a ganar…
De ordinario, se desemboca de forma natural en la necesidad de describir verbalmente las acciones que se van realizando y reproducirlas gráficamente, el diseño de tablas de datos y convenios simbólicos, formulación de algoritmos, expresión algebraica…
Tratándose de estudiantes-jugadores ciegos manipulando piezas sobre un tablero, los efectos formativos tienen finalidades adicionales de enorme valor:
- Desarrollar destrezas dígito-manuales que le permitan reconocer las piezas rápidamente y con seguridad.
- Recordar el estado del juego –de las posiciones de todas las fichas-, para poder diseñar estrategias de ataque o defensa.
- Reproducir mentalmente las relaciones espaciales entre todas las fichas.
- Que acabarán conformando:
- El dominio gradual del “espacio próximo”. Tanto en el aspecto manipulativo como de representación interior.
Estas competencias, a la vez manipulativas y cognitivas, tienen alcances inusitados: facilitará el tratamiento didáctico de tópicos geométricos y de mapas, representación mental de distribución de el mobiliario en cada habitación o sala, de planos de edificios, de disposición en campos de juego y deportes, de…
Basta disponer del tablero y fichas de un juego de ajedrez adaptado, que permita la exploración háptica (tacto-cinestésica), cómoda, fácil y segura.
Pueden obtenerse hoy diversos modelos comerciales que desde antiguo se confeccionaban artesanalmente.
Es inmediato preparar versiones hápticas y gráficas accesibles de muy bajo costo. Como muestra:
«Juegos accesibles – 1 El pajarito despistado»
“Juegos accesibles – 2 NIM el emigrante”