Los recursos informáticos están en las aulas. Y también fuera de ellas, como herramienta imprescindible: nos lo han demostrado los confinamientos totales y parciales impuestos con ocasión de la pandemia de Covid-19:
Smartfones, tabletas y ordenadores.
Son herramientas poderosas al servicio de los estudiantes DV. Como herramientas de estudio y trabajo, dentro y fuera del aula. Y como herramienta de comunicación ordinaria, para sesiones de participación on line, en aulas virtuales y trabajo colaborativo.
Accesibles de fábrica, unas veces, incorporando síntesis de voz y app’s de accesibilidad otras –como son, para los PC’s, los “revisores de pantalla”, como el libre NVDA o el propio JAWS.
Pero –además de su disponibilidad- hay que iniciarles en su manejo , y exigirles que adquieran las destrezas convenientes a su nivel curricular.
Como hay también que exigir a los responsables de las decisiones organizativas que –convenientemente asesorados- elijan software accesible. (¡ojalá que la exigencia alcance –como manda la ley- a los desarrolladores!; tomando ejemplo de Apple)-
La línea braille se está mostrando como el periférico complemento necesario de los dispositivos digitales para el estudiante DV, ya desde los niveles más elementales. Los recientes modelos “Braille Me” y “Orbit” han supuesto una reducción drástica de precios.
La síntesis de voz proporciona una “Matemática hablada”; pero sólo el braille permite la variedad de símbolos empleados en Matemáticas, las expresiones con más de 8 términos, las expresiones bidimensionales…
Pueden así manejarse con toda facilidad ciertas aplicaciones de edición y transformación de expresiones matemáticas y químicas, las calculadoras de nivel superior y las hojas de cálculo.
Enlace a página: Lambda y Edico